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Piden justicia por una mujer que murió desangrada por la mordida de un perro

El dramático hecho sucedió el año pasado en barrio Autódromo.

Foto ilustrativa
Foto ilustrativa

El dramático hecho sucedió el año pasado en barrio Autódromo. Micaela Jaime tenía 76 años cuando fue salvajemente atacada por el perro de su vecina, y murió en una ambulancia por la cantidad de sangre que perdió por las heridas.

La hija de la víctima, Silvia Guanuco, expresó que la dueña del animal asesino nunca se disculpó por lo sucedido. Desde entonces cuida a su padre de 83 años, quien está ciego y reclama desde su oscuridad justicia por la mujer que lo acompañó 44 años y cuya vida le arrebató el perro de su vecina, en un ataque de furia.

"Hace ya un año que mi madre murió por las heridas que le provocó el perro de mi vecina. Cada día que pasa me siento más culpable de lo acontecido y no puedo ocultar el dolor de mi padre anciano, que pregunta cuándo harán justicia por su compañera, mi madre. Sabemos que en agosto del 2020 la dueña fue imputada por homicidio culposo, pero desde entonces nada más avanzó la causa”, dijo a El Tribuno.

En la oportunidad, recordó lo que sucedió aquella trágica noche: "A las 19.50 un vecino nos avisó que mi madre había sido atacada por el perro de la vecina. La trajo sangrante. Un río de sangre dejó en toda la galería y la casa. Se desvaneció. Llamamos a la policía, a la ambulancia no sé qué más hicimos. Cuando llegó la emergencia, no la querían tocar. Nos pedían carnét de la obra social y documento de mi madre, pero no la asistían. Vieron la cantidad de sangre que perdía pero no la trasladaban”.

hija

La hija manifestó que nunca supieron “si el que fue en la ambulancia era médico siquiera o solo un enfermero, porque jamás la asistió, no sabía qué hacer. Pidió agua, luego que la sequemos, cuando subimos a la ambulancia me hizo bajar para que lleve un barbijo para mi madre, perdimos muchísimo tiempo y a las cinco cuadras mi madre entró en paro cardiorrespiratorio. Desde entonces peregrinamos en busca de justicia. Clamamos para que los tiempos no sean eternos. Toda nuestra familia se derrumbó desde entonces", señaló Silvia.

La familia destruida reclama justicia. "No sabemos si habrá juicio, si será absuelta y ese no saber ahonda mi culpa, ese sentimiento que me aturde la vida por no haber podido ayudar a mi mamá, que se me murió en mis brazos, porque no sabía cómo detener la vida que se le escapaba de las heridas. No es justo, necesitamos una respuesta".

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