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Un estudio relevó mayor nivel educativo, pero peores condiciones de vida en la población LGBTIQ+

Los datos corresponden al primer Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica en la Argentina. Unas 15 mil personas respondieron el muestreo en el que participaron 50 profesionales.

Un estudio relevó mayor nivel educativo, pero peores condiciones de vida en la población LGBTIQ+

Entre la población LGBTIQ+ se registra un mayor nivel educativo con respecto a la población en general, aunque peores condiciones de vida y el desempleo continúa elevado, especialmente en mujeres y varones trans, según un relevamiento nacional del que participaron más de 15 mil personas de todo el país

El Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica en la Argentina es el primero de este tipo que ofrece información estadística sobre la situación laboral, educativa, de salud, vivienda, convivencia y discriminación de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans, no binaries y otras identidades en el país (LGBTNb+).

Este estudio fue realizado por más de 50 profesionales de diferentes disciplinas de las ciencias sociales y humanidades de universidades públicas con el objetivo de conocer diversas características de esta población a nivel nacional.

    

El colectivo transgénero es uno de los que más sufre discriminación laboral (Télam)

El proyecto cuenta con financiamiento de la Agencia I+D+i, en un convenio con el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, bajo la convocatoria PICTO-Género, y se compone también de otros tres equipos de trabajo: entrevistas cualitativas sobre inserción laboral, mapeo de organizaciones LGBTNb+ y relevamiento de relevamientos sobre condiciones de vida de LGBTNb+.

El muestreo, que es “no probabilístico” contó con una primera etapa online, entre mayo y julio de este año, y un posterior relevamiento presencial, que alcanzó un total de 15 mil respuestas.

IDENTIDAD Y ORIENTACIÓN

Del total de respuestas, el 73,1% se considera cisgnénero, es decir, personas cuya identidad de género y sexo asignado al nacer coinciden, mientras que el 22,5% se percibe como personas trans, no binaries y de género fluido. Este último dato es “superior a la reportada por otros estudios similares en la región”, según indicaron en el informe.

En cuanto a su orientación sexual, un 35,7% de las personas se identificó como gay (o bien, categorías emergentes y próximas aunque no idénticas en términos políticos, como por ejemplo marica, putx, trolo); un 22,5% bisexual (la mayoría mujeres o mujeres cis, como se observa en estudios de otros países) y un 15,0%, lesbiana.

EDUCACIÓN

En el informe también surgió que la mayoría de las personas participantes presentan un nivel secundario completo o superior incompleto (universitario o terciario). Pero las personas trans (sobre todo, feminidades o mujeres trans) cuentan con menor nivel educativo en términos comparados al resto de la muestra, seguidas por no binaries y otras identificaciones.

En contraposición, casi un 55% de las personas gays cuentan con un nivel educativo superior completo o mayor. En términos relativos la población de la muestra tiene niveles educativos algo superiores a la población general sobre la base de los últimos datos censales.

“Los ámbitos educativos no están exentos de discriminaciones hacia el colectivo LGBTNb+. Entre quienes asisten actualmente a un establecimiento educativo, un 16,7% señaló haber sido agredida o discriminada por profesores, directivos o personal de esta institución, mientras que un 20% vivió situaciones de agresión o discriminación por parte de compañeros de estudio”, indicaron los profesionales a cargo del estudio.

TRABAJO

En lo que respecta a la condición de actividad, 77,4% de las personas están ocupadas, pero un 7,3% está en situación de desocupación. Las tasas de desocupación son considerablemente mayores entre varones y masculinidades trans (14,3%), feminidades y mujeres travesti-trans (12,3%) y no binaries (10,1%). Salvo para gays y lesbianas, la tasa de desocupación es mayor que la reportada para la población general (6,2% en el segundo trimestre de 2023, según Indec).

Por su parte, durante la semana previa a responder el estudio, el 3,2% de las personas encuestadas dijo haber tenido sexo a cambio de dinero u otro pago, o vender contenidos sexuales. Casi un 15% del total realizó alguna de estas actividades alguna vez en su vida y en el caso de mujeres trans, más de la mitad dijo haber realizado trabajo sexual alguna vez en su vida.

    

El estudio relevó las condicionesde vida de la comunidada LGBTI. (La Voz)

También se relevaron situaciones de discriminación y agresiones en ámbitos laborales a lo largo del último año. De allí surgió que casi cuatro de cada 10 mujeres o feminidades trans reportan haber sido desestimadas o despedidas de un trabajo por su identidad de género; entre varones y masculinidades trans el porcentaje es cercano al 30%.

Más del 30% de las personas trans señalan haber recibido trato desigual respecto a beneficios, cargas o prestaciones laborales o ascensos a lo largo del último año. Estos porcentajes son aún mayores para situaciones de agresión o discriminación por parte de compañeros de trabajo o clientes

Además, en promedio, el 14,2% de las personas que participaron del estudio reportaron haber vivido situaciones de trato desigual respecto a beneficios, cargas o prestaciones laborales o ascensos a lo largo del último año, y un 17,8% haber sufrido agresiones o discriminaciones en su ámbito laboral por su identidad sexo-genérica.

SALUD

En cuanto al aspecto de la salubridad, casi la mitad de travestis y trans dependen exclusivamente de la cobertura pública de salud.

Del total de encuestados, el 47,7% cuenta con obra social, mientras que las personas trans (en especial, feminidades y mujeres trans) y no binaries presentan un porcentaje menor. Entre estas personas que solamente cuentan con cobertura pública, destacan las feminidades y mujeres trans (46,1%), seguidas por masculinidades o varones trans y no binaries (33,7% y 32,6%, respectivamente).

“A lo largo del último año, casi 20% de las personas encuestadas señalaron haber tenido una mala atención o sufrir maltratos por su identidad de género u orientación sexual en un centro de salud o por parte de profesionales de salud”, indicaron en el estudio.

En relación a la salud mental, se presentan niveles muy altos de estrés, depresión y angustia, miedo o ansiedad. El reporte de estrés en los últimos 12 meses varía entre 86,5% en gays y 96,9% en mujeres y feminidades bisexuales.

La mitad (50,2%) de quienes respondieron la encuesta afirmaron que tuvieron depresión en el último año, alcanzando a uno de cada siete varones y masculinidades trans. Ellos son quienes también mayormente reportan angustia, miedo o ansiedad, con 88,6%, siendo los gays quienes presentan el menor valor, que de todas formas es muy alto (80,5%)

Las instituciones que forman parte de este proyecto son: Centro de Estudios de Población (Cenep), Universidad Nacional de Comahue (UNComa), Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Instituto de Investigaciones Geohistóricas (IIGHI - Conicet/UNNE), la Universidad Nacional de Salta (UNSa), Universidad Nacional de San Martín (Unsam), y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).Mayor información acerca de salud, vivienda y convivencia será publicada en un cuadernillo digital en la página web http://censodiversidad.ar/.

La Voz

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