Los sacudones en cultura no se notan, pero se sienten. Las últimas semanas han sido complicadas, y no solo para Salta. Tras las desafortunadas declaraciones del Ministro de Cultura y Turismo de Jujuy, Federico Posadas, y el eco que se hizo en Salta la propia secretaria de Cultura (un cargo que dicen algunos, le queda grande), vinieron las críticas de un hombre fuerte de los medios nacionales, hablamos del propio Víctor Hugo Morales. Y ya sabemos como desde el saencismo puro, le escapan a los medios nacionales.
Gustavo Carrizo es muy conocido en el ambiente artístico. Si no lo ubican por sus dotes como bailarín, seguramente al verlo reconocerán su cara. Y es que el “Negro” Carrizo es uno de los coach más famosos que supo tener el ciclo que por años condujo Marcelo Tinelli: Bailando por un Sueño. Allí es donde también aparece la actual secretaria de Cultura de Salta ya que supo ser por un tiempo entrenadora de distintas parejas de baile. Dicen los que saben que, aunque ya habrían tenido contacto anteriormente a entrar a Ideas del Sur, fue en esos estudios donde terminaron por aceitar una relación de amistad y lazos bastante fuertes.
De hecho, fueron tan fuertes que, al ser nombrada como secretaria de Cultura en la provincia, y en medio de una “razia” contra directores y maestros que quedaban expectantes y con contratos precarios tras la salida de Juan Manuel Urtubey del Gobierno, Sansone aprovechó para nombrar a su amigo Carrizo como “director miembro del Consejo de Dirección del Instituto de Música y Danza”. Hasta ahí no se podía discutir mucho. La trayectoria profesional y mediática que tuvo anteriormente “El Negro” pesaban a la hora de hacerle algún planteo a Sansone por su inclusión ya que sus raíces no eran netamente salteñas. Y si iban a quejarse más arriba, no encontraban respuestas ya que Matías Cánepa dejaba mucho que desear.
Pasaron así los meses, llegó la pandemia, el aislamiento y el descubrimiento: Carrizo no solamente no estaba ejerciendo el cargo de forma presencial, sino que andaba de paseo por Buenos Aires mientras seguía percibiendo el sueldo estatal.
El coach de Tinelli era uno de los hombres de confianza de la cuestionada secretaria de Cultura
Tras las publicaciones de Agenda/Salta y luego de estallar el escándalo, y ante el asedio de los medios, Sansone no tuvo otra opción que defender a su amigo a capa y espada, y justificar que éste no esté en la provincia mientras se llevaba los recursos de los salteños en pala. Pasaron los meses y del tema no se habló más.
Hoy, en el Boletín oficial de la provincia de Salta, se conoció la directiva, con firma del propio coordinador Administrativo de la provincia de Salta, Nicolás Demitrópulos, quién junto a Cánepa y López Morillo, dan valides a la decisión administrativa N°66, con fecha 20 de enero de 2022. En la misma se resalta: “Dejar sin efecto la designación efectuada mediante Decisión Administrativa Nº553/20 del Mtro. Gustavo Carrizo, D.N.I. Nº23.891.608, en el cargo de director Miembro del Consejo de Dirección del Instituto de Música y Danzas en jurisdicción de la Secretaría de Cultura del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, a partir del 1 de enero de 2022.”
Cabe agregar que será la propia Roxana Celeste Dib, ex secretaria de gestión educativa, la encargada de reemplazar al coreógrafo. Todo esto a pesar de su cruenta salida del ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la provincia de Salta, todo esto en el marco de el aluvión de denuncias de abuso y acoso en algunos colegios de la provincia de Salta.
Queda pendiente el confirmar si la movida del coordinador Demitrópulos tendrá algo que ver con el propio padre de la secretaria de Cultura de la provincia de Salta, Sabrina Sanso. Y es que el comerciante y diputado provincial Daniel Sansone, anduvo pegando duro desde su propio medio periodístico al hombre de confianza del primer mandatario de la provincia de Salta.
¿Acaso será esta una jugada de Nicolás Demitrópulos para dejar afuera del ejecutivo provincial a la hija del diputado Sansone? Llegando al fin de semana, está claro que los guerreros se están pintando la cara, una situación normal dentro del saencismo.
FUENTE: Agenda Salta
