Con la proximidad de las fiestas, la gente se volcó masivamente a los cajeros automáticos de los diferentes bancos para hacerse de dinero en efectivo. Desde inicios de esta semana en cada una de las terminales de la ciudad de Salta pudo observarse filas interminables o bien, las pantallas con la leyenda: “Disculpe, en este momento no podemos entregar dinero”.
Esta es una situación que también se presenta en las localidades del interior, donde la problemática se acentúa por dos motivos fundamentales: la escasez de cajeros y la gran cantidad de comercios, que al no estar formalizados solo reciben dinero contante y sonante.