La principal agencia de salud estadounidense revisó el viernes sus directrices sobre el porte de mascarilla como medio para frenar la expansión del covid-19, por lo que la mayoría de los estadounidenses no tendrán la obligación de usarla en espacios públicos cerrados, incluyendo las escuelas.
El cambio incluye a los parámetros usados para determinar si las personas deben o no utilizar mascarillas en determinadas áreas, como la tasa de transmisión en determinada área.
Actualmente, eso está vinculado a la tasa de casos. Un 95% del país es considerado área de transmisión alta y por consiguiente está cubierto por las advertencias de uso de mascarilla.
Las nuevas métricas también incluyen las hospitalizaciones y la capacidad de los hospitales locales creando una nueva medida conocida como “nivel covid-19 de la comunidad”.
Los ciudadanos pueden consultar en el sitio web de los CDC si su área es de color verde, amarillo o naranja en un mapa de todo el país.
Más del 70% de la población vive en áreas que no están obligadas al uso de la mascarilla según los nuevos parámetros, incluyendo las escuelas en áreas en verde o amarillo.
Las nuevas directrices no aplican sin embargo a los transportes públicos. Una norma federal que regula el transporte será revisada a mitad de marzo.
Estados Unidos está saliendo de la última ola de covid-19 provocada por la variante Ómicron, la cual, si bien es de alta contagiosidad, conlleva síntomas menos severos entre las personas que fueron vacunadas o que ya se habían contagiado anteriormente.
En las últimas semanas, la administración del presidente, Joe Biden, aumentó su discurso alrededor de la normalización a medida que la pandemia pasa a una nueva fase endémica.