Los jueces de la Sala II del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta condenaron a prisión perpetua a Micaela Noemí Colque (25). La hallaron culpable del delito de homicidio agravado por el vínculo. El crimen se descubrió el 22 de junio del año pasado en horas de la madrugada, cuando Colque se acercó hasta un centro de salud del barrio San Francisco Solano con la niña completamente inconsciente.
La explicación que dio fue que su hija Francesca, “se había ahogado con yogur y galletitas”, pero tras revisarla los médicos constataron que la menor ya estaba muerta y que presentaba señales de maltrato. Los exámenes forenses ratificaron lo asentado por los profesionales. “La madre quedó inmediatamente detenida, acusada del delito de abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo, en perjuicio de su propia hija” destacan los medios nacionales.
La Justicia salteña le dictó la prisión preventiva a Noemí Colque casi de inmediato y luego de tres meses, la fiscal Verónica Simesen de Bielke pidió elevar la causa a juicio oral y agravar la imputación por la que fue juzgada. Según había revelado la fiscal a Infobae, la madre dejó “sola a su suerte” a la nena el domingo 20 de junio de 2020 hasta el lunes 21 en horas de la noche, cuando regresó a su domicilio.
“Durante la investigación se estableció que Micaela se fue a la casa de su madre biológica junto a su hijo de 5 años para festejar el Día del Padre. A Francesca la dejó encerrada en una habitación con el televisor a todo volumen para que nadie escuchara su llanto. Cuando la mujer llegó al centro de salud, Francesca llevaba varias horas muerta y con la temperatura corporal baja” resaltan los medios nacionales.
La autopsia estableció una relación directa entre la desnutrición y la falta de deglución de la menor. El tiempo que la nena estuvo sin alimento pudo haber producido esta broncoaspiración que le costó la vida. Después descubrieron que, al morir, Francesca apenas llegaba a los 6 kilos. Cuando le preguntaron si alguna vez tuvo en cuenta lo que le podría pasar a la nena al dejarla sola, la mujer respondió: “Nunca imaginé que se fuera a morir”.
El juicio comenzó el jueves de la semana pasada. Declararon familiares, otros testigos y el personal médico que atendió a la nena el día que murió. Todos los testimonios complicaron a la acusada. Dos vecinas de Colque coincidieron en señalar que la mujer trataba de ocultar la existencia de la menor. Una revelación que coincidió con la pericia de los psicólogos que la revisaron durante su detención: en estos meses que Colque estuvo presa jamás nombró a su hija.
La madre biológica de la condenada, por su parte, contó que compartieron ese domingo y lunes juntas pero que nunca refirió que tenía a Francesca. Por su parte, la mamá adoptiva de Colque confirmó también que la acusada nunca le contó que estaba embarazada y que se enteró casi de casualidad cuando fue un día de visita.
Después declararon los médicos forenses que vieron el cuerpo de la víctima. Además de confirmar el estado lamentable en el que llegó al hospital, indicaron que el tamaño de sus órganos no correspondían con su edad biológica.
En su alegato, la fiscal Simesen de Bielke solicitó la pena de prisión perpetua, bajo la figura legal por la que finalmente terminó condenada. La defensa, en cambio, pidió una condena a 12 años de prisión efectiva por el delito de abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo. La calificación original.
Antes de escuchar este jueves el veredicto, finalmente, el turno para hablar fue de Colque. Fuentes judiciales señalaron que lo único que dijo es que “está arrepentida” de todo lo que hizo y no haber cuidado a su hija. “Pidió una nueva oportunidad”.
