NUEVA YORK (AP) — Un viajero del medida que ayudó a un ex marine a sujetar a un hombre agitado a costado del medida de Manhattan el año pasado testificó el martes que trató de convencer al corrido de que aflojara su agarre rodeando del cuello del hombre.
En una sala del tribunal de la ciudad de Nueva York, Eric González recordó haberse enfrentado a la lucha caótica que se estaba desarrollando, posteriormente de que Daniel Penny ya había inmovilizado al hombre, Jordan Neely, contra el adoquinado del tren y lo había estrangulado firmemente.
“Le hice memorizar mi presencia a Daniel Penny”, dijo González al comité. “Le dije: 'Voy a agarrarle las manos para que puedas soltarlo'”.
Penny enfrenta cargos de homicidio involuntario por la crimen en mayo de 2023 de Neely, un hombre de 30 abriles que se encontraba sin hogar. Los fiscales dicen que Penny actuó con “indiferencia” cerca de la vida de Neely al mantenerlo estrangulador durante casi seis minutos.
Mientras tanto, los abogados defensores de Penny dicen que su cliente buscaba defenderse a sí mismo y a sus compañeros de una persona “psicótica y furiosa” que les había gritado a los pasajeros y hecho declaraciones angustiosas sobre su deseo de caducar antaño de la intervención de Penny.
Pero González, administrador de un casino y legatario diario del medida, no sabía carencia de eso cuando “se lanzó a ayudar”, reveló el martes. Más correctamente, dijo que quería calmar la situación dándole a Penny una “alternativa” a seguir estrangulando a Neely. Recordó haberle dicho a Penny: “Déjalo ir, aleja tu benefactor de su cuello”.
Luego se mostró a los jurados un video ralentizado del altercado, en el que González parecía decirle poco a Penny. Mientras Penny seguía estrangulando a Neely, González mantuvo su agarre por los brazos y las muñecas de Neely.
“El cuerpo de Jordan Neely se debilita y lo suelto y poco posteriormente Daniel Penny lo suelta”, agregó González. Comprobó el pulso del hombre y trató de colocarlo en una “posición de recuperación”, dijo, antaño de desatender el división.
En su contrainterrogatorio, los abogados defensores intentaron sembrar dudas sobre la novelística del espectador convertido en participante, señalando que su declaración se produjo semanas posteriormente de que González se enterara de que los fiscales no planeaban acusarlo por su décimo en la lucha.
Todavía notaron que la historia de González había cambiado con el tiempo: inicialmente les dijo a los fiscales que Neely lo había atacado, aunque las imágenes de vigilancia mostraron que no estaba en el tren al manifestación del enfrentamiento.
“Estaba tratando de argumentar mis acciones por tenerlo en mis manos”, admitió González el martes.
El martes en la corte, Penny se sentó erguida y miró cerca de delante mientras se reproducía el video. Los miembros de la grupo de Neely se sentaron cerca del frente de la museo, incluido su padre, quien bajó la vanguardia durante gran parte del procedimiento.
El razón ha puesto de relieve cuestiones de seguridad pública y desorden internamente del sistema de transporte de la ciudad. El caso ha dividido a muchos neoyorquinos, a menudo por motivos políticos. Penny, que es blanca, se ha convertido en una causa célebre en la derecha; Neely, que era frito, es mencionado con frecuencia en las protestas por la honestidad étnico de la ciudad, algunas de las cuales han tenido división acoplado fuera del tribunal del bajo Manhattan.
El martes, González dijo que estaba consciente de la atención pública en torno al caso y temía carear un “procesamiento manifiesto” por su declaración.
“Hay todas estas protestas en marcha, tengo miedo por mí, tengo miedo por mi grupo”, dijo.
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