Transcurría la noche del 8 de diciembre de 1980 en Nueva York, el icónico edificio Dakota era espacio de una cantidad de fanáticos que esperaban a su ídolo. El fundador de una de las bandas más influyentes de la historia musical, llegaba junto a su esposa a descansar de un largo día de trabajo.
Así fue como John Lennon, cerca de la media noche, se encontró con sus seguidores antes de ingresar a su hogar. Fue justo en ese momento que un fanático se acercó con un ejemplar del “Double Fantasi”, su reciente disco, este no pasaría desapercibido y su nombre quedaría marcado para siempre. Luego de recibir el autógrafo que tanto buscaba, Mark Chapman disparó a Lennon cuatro veces fuera de su apartamento.
El asesino de reconoció haberlo matado por su propia gloria y hasta llegó a decir que merecía la pena de muerte por su crimen “Lo asesiné porque era muy famoso y esa es la única razón por la que yo estaba buscando la gloria para mí. Fui muy egoísta. Quiero añadir eso, y enfatizarlo profundamente. Fue un acto extremadamente egoísta. Lo siento mucho por el dolor que le causé a ella”, este hombre que ahora tiene 67 años ratifica que lamenta lo que hizo y le pide perdón a Yoko Ono.
El líder de The Beatles, a 42 años de su muerte, aun es recordado por su magnífica obra; fue artista, músico, multinstrumentista, cantautor, activista, compositor, productor, escritor y pacifista.